Equilibrio de Actores
Reseña
por Katalina Cortes & Felipe Muñoz - 2024
por Katalina Cortes & Felipe Muñoz - 2024
Cuestionar y preguntarse por la dinámica social aplicada a los espacios culturales es la inquietud que moviliza a Equilibrio de Actores, un proyecto de creación e investigación artística que nos (de)muestra cómo los espacios culturales del continente se van expandiendo de acuerdo a las propuestas curatoriales de cada territorio.
La observación de estos espacios permite a las autoras detonar diferentes preguntas y perspectivas que nos llevan a cuestionar cosas tan simples como el letrero de ‘No tocar’ que se encuentran en las exposiciones de los museos o el rol de los mediadores que pasa desapercibido a pesar de su relevancia en galerías y espacios diseñados para el despliegue artístico.
La observación de estos espacios permite a las autoras detonar diferentes preguntas y perspectivas que nos llevan a cuestionar cosas tan simples como el letrero de ‘No tocar’ que se encuentran en las exposiciones de los museos o el rol de los mediadores que pasa desapercibido a pesar de su relevancia en galerías y espacios diseñados para el despliegue artístico.
La publicación, en sí, es una investigación que nace desde el proyecto RACO, conformado por Cecilia Coddou y Fernanda Radetich. El cual tomó como objeto y contexto de estudio la 34º Bienal de Sao Paulo en 2021, que consistió en 45 días de una residencia artística que dio como resultado una reflexión en torno a los diálogos y observaciones que se establecen en las comunidades que habitan el arte y la cultura.
Lo interesante de “Equilibrio de actores" es que, al estudiar estos espacios culturales alejados de lo institucional, el libro como objeto también se convierte en un dispositivo limbo. No es un fotolibro, ni tampoco un libro de artista. Como dice Nathalie Coffard “No cumple con una regla básica para que tal identificación ocurra: no figuran en su anteportada o portada el nombre y apellido de su autor(es)”.
Lo interesante de “Equilibrio de actores" es que, al estudiar estos espacios culturales alejados de lo institucional, el libro como objeto también se convierte en un dispositivo limbo. No es un fotolibro, ni tampoco un libro de artista. Como dice Nathalie Coffard “No cumple con una regla básica para que tal identificación ocurra: no figuran en su anteportada o portada el nombre y apellido de su autor(es)”.
Al realizar investigaciones alejadas de la academia intelectual, adentrarse a la creación de un libro-objeto no convencional y además de despojar la supremacía de la autoría en el resultado final, nos muestra como un proyecto puede ser coherente con lo que se plantea al comienzo de la lectura, desplegando capas críticas que van desde la gestión cultural de los espacios hasta la interpretación social de las obras en su contexto.
Finalmente, busca romper con el mito del arte en solitario, de aquel artista que crea en solitario y de manera individual. Permitiendo abrir capas de la cadena creativa que parecieran estar más cerradas que abiertas. Donde se involucran procesos procesos de colaboración entre comunidades, instituciones y los artistas.
Finalmente, busca romper con el mito del arte en solitario, de aquel artista que crea en solitario y de manera individual. Permitiendo abrir capas de la cadena creativa que parecieran estar más cerradas que abiertas. Donde se involucran procesos procesos de colaboración entre comunidades, instituciones y los artistas.
