Andrés Valenzuela, fundador y encargado de Registro Contracultural:

“Hay una responsabilidad de nosotras mismas de velar por nuestros archivos y visibilizarlos”

Entrevista
por Juana Balcazar - 2024
La labor de Andrés Valenzuela nace de una pulsión genuina por contribuir al rescate, puesta en valor y recopilación del archivo disidente de Chile. Con miras a expandirse por otros territorios de latinoamérica, este artista y performer chileno es la cabeza de Registro Contracultural, un proyecto con más de cinco años que nace desde un equipo multidisciplinario, que genera y almacena registros audiovisuales para disponibilizar prácticas artísticas, que desbordan la institucionalidad del arte.


Todo parte desde la “patudez”, y desde reconocer la urgencia de reconstruirse en la memoria, es ahí donde este proyecto se alza porfiado para mostrar las vivencias políticas y porfiadas de tantas locas. Algo que abre la entrevista, y que también muestra la sinceridad de este trabajo es la siguiente afirmación: “Yo soy una persona que no viene del arte, me han enseñado mis amigas y esa ha sido mi escuela. Siempre supe que mi lugar no era el ‘oficial’, yo era la patuda que se paró ahí con una cámara y se puso a registrar”. 


Residiendo actualmente en Buenos Aires hace un año y tres meses, Valenzuela junto a su pareja y compañero Dinko, me reciben con una taza de té y miel. En la cocina, nos sentamos alrededor de una mesita para comenzar la conversación. El celular empieza a grabar:


¿Cómo se formó el equipo detrás del proyecto?


“Estudié una carrera que se llama producción digital, me puse a trabajar pero rápidamente me aburrí. Entonces el 2018 comencé con la inquietud de decir ¿cómo aplico todas estas cosas que sé, en algo que me guste? Y ahí conversamos con mi compañero Dinko Covacevich, sobre cómo nos íbamos a hacer cargo de estas inquietudes de activismo”.


En un momento político álgido, Andrés comienza a hacer registros de arte y performance entre 2018 y 2019, entre el mayo feminista y el estallido social, se comienzan a gestar los primeros registros del proyecto. “Esto me parecía mucho más atractivo. Yo vivía en Católica con Alameda. Entonces era imposible abstraerse de todo lo que pasaba. Salí con la cámara a la calle, y me encontré con la protesta chilena, que tiene bastante de arte. Naomi Orellana, que ha sido una de las personas que me ha apoyado en llevar mi trabajo a otros lugares, una vez me dijo: ‘en Santiago de Chile no hay carnavales, pero hay protesta. Y la protesta es de alguna forma el carnaval’. Rápidamente me encontré con la perfo ahí. Era algo que me parecía extraño, estaba cargada de mensajes políticos explícitos, y esa brutalidad me llamó mucho la atención, me producía adrenalina esa dislocación del espacio”.



Es en el salir a la calle, donde el artista encuentra a las personas que hoy son parte del equipo de Registro Contracultural. Una de las primeras colaboradoras, Antonia D’ Marco, profesora de historia y magíster en historia del arte. Según Andrés en su encuentro “ella me explicó toda la inquietud que yo tenía, que era salir de uno mismo y ver que habían personas de la comunidad que estaban recibiendo mucha mas discriminación”.


En esas primeras conversaciones hablaron de las míticas Yeguas del Apocalipsis y de la performance. Siendo D’ Marco el primer nexo con el escenario de esta práctica en un Chile convulso: “Ella me iba recomendando cosas y las registraba, me habló de las performer del momento, y de la Travesía Travesti, que era una obra de teatro que se cruzaba con la perfo, ahí estaba Anastasia María Benavente y la Maraka Bastarda. Y fueron las primeras cosas que empecé a grabar”.



¿Cómo toda esta inquietud se consolida en el equipo de trabajo que tienen actualmente?


“Empezamos a ir a festivales de arte y a perfos que eran convocadas. Empecé también a coquetear con FAE (Festival de Arte Erotico). Al comenzar a trabajar con ellos, de repente me vi envuelto en un mundo de visibilidad LGBT más político, más explícito y de sexualidad positiva. Entonces ahí empezamos a hacer un equipo y a sistematizar, mientras Antonia me hablaba de la importancia del archivo, que era algo que en el futuro a otras personas les iba permitir poder mapear lo que estaba pasando en ese momento”.


La página web de Registro Contracultural fue lanzada oficialmente en septiembre de 2019. Para esa fecha ya tenían alrededor de 100 videos que habían registrado en el periodo de un año. No exentos de la censura de internet, comenzaron a preocuparse de cómo almacenar material sensible y administrarlo para preservarlo en el futuro.


De forma intuitiva Registro Contracultural fue creciendo con el estallido social, posteriormente se fueron sumando performers e investigadoras como Jazmín Ra, psicóloga y artista visual: “ella se convirtió en otra cabeza teórica como lo estaba haciendo Antonia Di Marco, pero desde el lado transfeminista ”. Posteriormente fotógrafxs y talleristas como Luna Grandón, Amadora Liberté y Marlene Echeverría. Para luego integrarse al equipo Anastasia Maria Benavente, reconocida investigadora chilena, magíster en estudios de género y cultura, quien sistematizó el proyecto, haciendo un proceso de investigación-acción, donde se plantearon preguntas y problemáticas, abriéndose a la comunidad de performers, investigadores y artistas visuales.






La importancia del archivo como construcción de memoria


Construir un archivo, es un proceso de investigación que permite sostener física o digitalmente la memoria, frente a un sistema cultural y artístico que trata desde el Estado, mantener un discurso oficial. Archivo Contracultural se plantea con fuerza y desde los bordes para salvaguardar las memorias de la disidencia en Chile.

Para Valenzuela esto siempre estuvo presente: “Sabíamos que íbamos a estar en el borde, pero también sabíamos que la perfo se define como una práctica o un arte liminal. Entonces, en el proyecto hay artistas que son más desconocidos quizás, y hay artistas que son bastante más consagrados”.




Desde aprender en la práctica, el equipo ha logrado la conformación de un espacio fundamental que sirve como resabio de una época, y que también plantea una gran responsabilidad. Valenzuela afirmó que: “El arte oficial sí nos ha invisibilizado, y siento que hay una responsabilidad de nosotras mismas de velar por nuestros archivos y visibilizarlos, pero también preocuparnos del resguardo de estos para el futuro”.


Es justamente por eso, que construirse desde la “contracultura”, también es un mensaje claro de las líneas que busca seguir este proyecto desde sus inicios. Y la importancia de esta palabra radica en no subordinarse, sino ser una fuerza que empuja constantemente el relato oficial:


“La disidencia sexual y el transfeminismo plantean nuevas formas de habitar el mundo y nuevas formas de relacionarnos en sociedad, y creo que los artistas con los que trabajamos traen propuestas que empujan con fuerza, moviendo las barreras en contra. Así tanto como nos están reprimiendo, nosotras también estamos empujando”.



¿Cómo es el proceso curatorial en la selección de las obras que integran el registro?


“Cuando empecé el proyecto no tenía idea qué era un proceso curatorial. Pero el mensaje de Registro Contracultural era directamente ‘disidencia sexual’ y ‘transfeminismo’. Entonces ahí ya había dos líneas curatoriales. La clave para mí es que empecé a hacer relaciones con las personas que registramos. Y desde ahí, creo que la curatoría del proyecto es la curatoría de mis amigas”.



Al ser testigo de todos estos archivos, ¿Cuáles son los cambios o fenómenos que has percibido en el arte de las últimas décadas en Chile?


“Veo que los discursos no han cambiado tanto. Chile es un país muy particular, y eso lo veo ahora que vivo en Argentina. Desde que la Lemebel estaba bailando cueca sobre los vidrios rotos, o las familias de los detenidos desaparecidos que todavía no reciben justicia, las cosas no han cambiado mucho, y mientras no cambien, la perfo va a seguir abordando estos temas. Pasa también con la educación sexual, en el país se viene peleando desde hace mucho tiempo, y entonces por supuesto tiene sentido que en Chile hayan performance posporno, que estemos hablando de nuestra sexualidad, nuestros géneros, etc. Porque son temas pendientes para la sociedad, una que sigue siendo machista, violenta e individualista”.

Desde 2018 hasta la fecha, Registro Contracultural ha logrado consolidarse en la escena artística chilena, un ejemplo de esto es su reciente participación en el primer Laboratorio de Archivos de Arte en Chile, compartiendo con personas fundamentales como Alejandro de la Fuente, uno de los profesionales responsables del archivo de las Yeguas del Apocalipsis, una web que según Andrés, “me inspiró a hacer Registro Contracultural”.


Hoy, con un equipo multidisciplinario de nueve personas, el proyecto busca expandirse a un terreno latinoamericano. Con su radicación en Argentina, Andrés y Dinko han logrado rápidamente relacionarse con la comunidad de performance de la capital trasandina,  construyendo redes con nombres de importancia como Silvio Lang, y estableciéndose como equipo la tarea explícita de “mapear” los escenarios de esta práctica en otros territorios.


En el corto plazo, el equipo se encuentra preparándose para una de sus exposiciones más grandes hasta la fecha. Entre diciembre y enero de este año llegarán a Matucana 100 con esta instancia que gira en torno al estallido social, y que traerá cine, conversatorios, activaciones de perfo, y un catálogo físico. Sobre esto Valenzuela afirmó que: “Se está haciendo un trabajo grande. Estoy con tremendas mujeres que son expertas en lo que hacen, como Naomi Orellana, que es la encargada del proyecto y las comunicaciones, y un programa de mediación que estamos trabajando con Ivón Figueroa, quien hará los textos curatoriales. Además de Loreto Martinez, que es diseñadora escénica y encargada de museografía”.


Con la importancia de, cómo estableció Andrés, “molestar en otros espacios”, el incansable artista cierra con la esperanza de seguir manteniendo el archivo por sobre su propio nombre, comentando que “me voy a preocupar que esa página web siga arriba y encontrar mecanismos para que instituciones se hagan cargo. O hacer una fundación de Registro Contracultural, para que no esté tan ligado a mi persona, y si algún día me muero, esto pueda quedar para la posteridad, y resguardado como el testimonio de una época”.


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Creditos de activaciones, performances y obras:

- Andrés Valenzuela y varios artistas - procesion a media asta (frame del registro en video de Dinko) 2020

- Cheril Linett - Orden y patria 2019 (fotografia de Andres Valenzuela)

- Laboratorio Libidinal - Silvio Lang 2023 (fotografía por Andrés Valenzuela)

- Sindicato Amanda Jofré en sector Plaza Dignidad 2019

- travesti araña - Anastasia María Benavente 2023 (foto por Andrés Valenzuela)

- Procesión a media asta, Andrés Valenzuel (2020). Fotografía por Ser visual