Ojos soñadores ver la vida a través del lente


Te quiero Ángel


Entrevista por
Katalina Cortes Olguin - 2022
“Te quiero Ángel” es el seudónimo bajo el cual se re-encuentra la fotógrafa chilena Ángel, quien indica que la relevancia de autonombrarse recae en sentirse cómoda con sus denominaciones personales “siento que es como un cariño y cada vez que lo veo escrito de verdad siento que es como una carta a mí misma”.

“A pesar de que sea otra persona en la cámara siempre busco interpretarme a mí. Entonces los colores son los que más me hacen sentir yo (...) creo que mis fotos, a pesar de ser bastante variadas, todas me complementan porque nunca me he sentido encontrada en quién soy”. Desde la exploración de su propio arte, se encuentran diversas formas de expresión de este mismo. La “inexperiencia”, como le llama ella, le ha permitido experimentar técnicas que, poco a poco, van armando un proyecto e identidad fotográfica personal.

Debido a su historia familiar, muchas veces Ángel no se encontraba en los álbumes de fotos, pero le fascinaba observarlos. Por esto mismo, desde la videografía hasta la fotografía, se dedicó a documentar a su familia. No obstante, esto mutó en el último tiempo, durante la pandemia los retratos cambiaron a autorretratos, desde ese momento es que logró encontrarse a sí misma y su visión en cada fotografía capturada. “Siento que di vuelta la moneda, ahora ya no era tanto al mundo exterior, sino un poco a mí misma”.

La inexperiencia en la fotografía se condice con las pocas herramientas técnicas que poseía en ese momento, pero muchas veces estas circunstancias le han ayudado a florecer la creatividad de quien se encuentra detrás de una pieza artística.



Con una tela y una pila de libros que emulaban un trípode, Te quiero Ángel comenzó sus primeros autorretratos: “Me vinieron muchas sensaciones de <<esto se puede, se puede aunque no tengas nada, se puede aunque no tengas flash, se puede un sinfín>>”.


“Creo que mis fotografías son puros autorretratos a pesar de ser otra persona en el foco, no puedo olvidarme de mí misma al sacar una foto. Creo que siempre he sentido que tengo ojos soñando, pero es porque se me hace muy fácil disociarme del presente y de mi alrededor para vivir mis propias películas.

A veces la gente lo toma como algo egoísta, pero en el fondo no siento que sea mi intención, pero igual me castigo harto por mi inevitable distracción. Si llego a escribir un soliloquio sería una mezcla de cosas la verdad, yo creo que mis fotos reflejan mucho quien soy, siento que hay curiosidad, optimismo, descanso e intimidad, son conceptos que me representan”.

La originalidad

La originalidad en el arte es una discusión que da para largo y tendido, para conversaciones eternas de conceptos teóricos y filosóficos. En la contemporaneidad nos encontramos en un bucle de imágenes recreadas, restauradas y repensadas, es como si no pudiéramos escapar de pastiche artístico y la presión por ser originales, se torna muchas veces, más importante que la motivación de ser auténticos.


Te quiero Ángel señala que la presión de ser bueno en esto, que el resto encuentre que tu trabajo fotográfico vale la pena o no y además de tener que ser siempre innovador, son de las cosas que más le ha llamado la atención al adentrarse al mundo de la fotografía. “Tengo otra pelea en la mente donde digo <<¿qué importa? es lo que tú haces y lo haces porque tú quieres, no es que alguien te esté obligando>>. Hay mucha presión también por ser única”.

La búsqueda de la identidad, el conflicto interno que causa no encontrar algo definitorio, una línea específica de expresión y la presión por ser original, son cuestiones y discusiones propias de los procesos creativos de la creación artística. La fotógrafa sabe surtir bien estas pugnas, se muestra real y muchas veces vulnerable frente al lente, se nota un compromiso con mantenerse fiel a sí misma, a lo que cree y lo que siente al momento de pararse detrás de la cámara. Aquí es donde recae lo más emotivo del trabajo de Te quiero Ángel.