Tarix Sepulveda
“La fotografía siempre me ha interesado como archivo”
Entrevista por
Daniela Mancilla - 2024
Daniela Mancilla - 2024
Tarix Sepúlveda, una artista visual chilena que trabaja desde la fotografía, ha encontrado a través del arte una forma de documentar la historia de su familia y la contaminación ambiental en Ventanas, una pequeña localidad costera de la Región de Valparaíso.
Su proyecto de fotolibro, titulado preliminarmente “No se puede revertir”, surge a partir de una caja de fotografías familiares que redescubrió hace seis años. Esta caja, que había estado guardada y olvidada, contenía imágenes de su infancia y de la vida en Ventanas, lugar que ha sido profundamente afectado por la industrialización.
“No era una gran fotógrafa, pero la fotografía siempre me ha interesado como medio de archivo. Me gusta capturar espacios, colores y objetos en el tiempo. Durante años, usé la fotografía como referencia para mis esculturas, guardando las imágenes en una caja. Era una especie de arqueología de lo sentimental. Aunque no he mostrado todo mi archivo, es un proceso que me apasiona y que he ido desarrollando con el tiempo”, manifiesta.
La conexión con su archivo familiar comenzó gracias a su padre, quien no tuvo la oportunidad de tener su infancia retratada debido a los altos costos de la fotografía en su época. "Mi papá siempre ha dicho que no tuvo la oportunidad de tener su infancia retratada. Él hizo posible que yo tuviera esa experiencia, así que decidí usar esas imágenes. Estudiando artes visuales, me di cuenta de que todos mis temas de trabajo tienen una base personal. Trabajo de forma intuitiva, preguntándome siempre de dónde vengo y tratando de llenar los vacíos de mis recuerdos con imágenes", nos cuenta la artista.
¿Qué historias personales o recuerdos decidiste destacar en este fotolibro?
Tengo capturas de pantalla de noticias sobre derrames de petróleo y varamientos de carbón, documentadas durante años. Estas imágenes reflejan los brillos que quedaban en mi piel después de bañarme en el mar contaminado, un recuerdo de infancia que, aunque bello, tiene una realidad oscura. Estos pantallazos los utilicé en el libro para destacar la contaminación y sus efectos.
Su proyecto de fotolibro, titulado preliminarmente “No se puede revertir”, surge a partir de una caja de fotografías familiares que redescubrió hace seis años. Esta caja, que había estado guardada y olvidada, contenía imágenes de su infancia y de la vida en Ventanas, lugar que ha sido profundamente afectado por la industrialización.
“No era una gran fotógrafa, pero la fotografía siempre me ha interesado como medio de archivo. Me gusta capturar espacios, colores y objetos en el tiempo. Durante años, usé la fotografía como referencia para mis esculturas, guardando las imágenes en una caja. Era una especie de arqueología de lo sentimental. Aunque no he mostrado todo mi archivo, es un proceso que me apasiona y que he ido desarrollando con el tiempo”, manifiesta.
La conexión con su archivo familiar comenzó gracias a su padre, quien no tuvo la oportunidad de tener su infancia retratada debido a los altos costos de la fotografía en su época. "Mi papá siempre ha dicho que no tuvo la oportunidad de tener su infancia retratada. Él hizo posible que yo tuviera esa experiencia, así que decidí usar esas imágenes. Estudiando artes visuales, me di cuenta de que todos mis temas de trabajo tienen una base personal. Trabajo de forma intuitiva, preguntándome siempre de dónde vengo y tratando de llenar los vacíos de mis recuerdos con imágenes", nos cuenta la artista.
¿Qué historias personales o recuerdos decidiste destacar en este fotolibro?
Tengo capturas de pantalla de noticias sobre derrames de petróleo y varamientos de carbón, documentadas durante años. Estas imágenes reflejan los brillos que quedaban en mi piel después de bañarme en el mar contaminado, un recuerdo de infancia que, aunque bello, tiene una realidad oscura. Estos pantallazos los utilicé en el libro para destacar la contaminación y sus efectos.
Cuéntame sobre la historia de tu familia en Ventanas ¿Cómo estas vivencias se reflejan en tu libro?
Es extraño porque es sólo una parte. Hay cosas que no se pueden reconstruir. Yo recuerdo olores, sabores, texturas, y esas cosas no hay cómo reflejarlas en el. Pero sí trato de poner momentos familiares, comidas, paseos, la playa, las fábricas, amor, mi hermana, mis primas, mis tíos, mis abuelos, mi familia que ya no está. Mis abuelos llegaron a Ventanas en 1969 y 1989, construyendo sus casas y viviendo en una comunidad pequeña. Crecí allí durante mis veranos, disfrutando de la playa y los paseos familiares. El fotolibro incluye momentos familiares, comidas, la playa y las fábricas. También aborda temas de contaminación y problemas de salud vinculados a la industrialización del área. Las imágenes y textos reflejan tanto los buenos momentos como las dificultades enfrentadas por mi familia.
Este año, Tarix tuvo la oportunidad de realizar una residencia artística en Tokio, Japón. Gracias a su proyecto, participó del taller “photobook as object 2024”, donde trabajó intensamente en el desarrollo de su libro junto a Yumi Goto, editora y curadora japonesa y co-fundadora de espacio de fotografía Reminders Photography Stronghold. Esta experiencia no solo le permitió dedicarse por completo a su trabajo, sino que también le abrió nuevas perspectivas y enfoques.
¿Cómo influyó esta residencia en la elaboración del fotolibro?
Me di cuenta que, aunque mi archivo es muy personal, porque son fotos de mi infancia, mi hermana, mi familia, al mostrarlo en la sesión abierta al público, los comentarios eran “este problema me toca en mi pueblo”, “estas fotos podrían ser mis fotos”, “este archivo podría ser mi archivo”.
Es extraño porque es sólo una parte. Hay cosas que no se pueden reconstruir. Yo recuerdo olores, sabores, texturas, y esas cosas no hay cómo reflejarlas en el. Pero sí trato de poner momentos familiares, comidas, paseos, la playa, las fábricas, amor, mi hermana, mis primas, mis tíos, mis abuelos, mi familia que ya no está. Mis abuelos llegaron a Ventanas en 1969 y 1989, construyendo sus casas y viviendo en una comunidad pequeña. Crecí allí durante mis veranos, disfrutando de la playa y los paseos familiares. El fotolibro incluye momentos familiares, comidas, la playa y las fábricas. También aborda temas de contaminación y problemas de salud vinculados a la industrialización del área. Las imágenes y textos reflejan tanto los buenos momentos como las dificultades enfrentadas por mi familia.
Este año, Tarix tuvo la oportunidad de realizar una residencia artística en Tokio, Japón. Gracias a su proyecto, participó del taller “photobook as object 2024”, donde trabajó intensamente en el desarrollo de su libro junto a Yumi Goto, editora y curadora japonesa y co-fundadora de espacio de fotografía Reminders Photography Stronghold. Esta experiencia no solo le permitió dedicarse por completo a su trabajo, sino que también le abrió nuevas perspectivas y enfoques.
¿Cómo influyó esta residencia en la elaboración del fotolibro?
Me di cuenta que, aunque mi archivo es muy personal, porque son fotos de mi infancia, mi hermana, mi familia, al mostrarlo en la sesión abierta al público, los comentarios eran “este problema me toca en mi pueblo”, “estas fotos podrían ser mis fotos”, “este archivo podría ser mi archivo”.
Recibí muy buenos comentarios, y creo que muchas veces por miedo no muestro este trabajo. Haber trabajado dos veces con Yumi me abrió la cabeza a otras experiencias. Estar en Japón, lejos de mi espacio y zona segura, me dio el espacio para trabajar 100% en mi proyecto.
¿Qué procesos vienen ahora para finalizar tu proyecto?
Poder imprimirlo, postular a fondos y lograr hacerlo realidad. Tengo la maqueta y una edición que me gusta mucho, con la que pasé muchas horas dialogando. Nunca había mostrado mi trabajo a editores, siempre hago el trabajo inverso: yo edito o yo diseño. Es una experiencia nueva para mí, con la que considero lo pasé muy mal y muy bien. Hace muchos años no estaba en esa posición de que me revisaran, pero quiero seguir y poder imprimirlo y que llegue a mucha gente. No es solo mi familia, son muchas familias, y estos procesos de modernización económica han afectado y dañado inmensamente el territorio en el que habito y habité. Existe una gran lucha que dan a diario personas en ese lugar, y si puedo aportar desde mi punto de vista y desde la fotografía para que se vea desde este lado, lo quiero hacer. También quiero mostrar el archivo que mi papá hizo, porque quería dejarme o dejarnos algo a mi hermana y a mí.
¿Qué procesos vienen ahora para finalizar tu proyecto?
Poder imprimirlo, postular a fondos y lograr hacerlo realidad. Tengo la maqueta y una edición que me gusta mucho, con la que pasé muchas horas dialogando. Nunca había mostrado mi trabajo a editores, siempre hago el trabajo inverso: yo edito o yo diseño. Es una experiencia nueva para mí, con la que considero lo pasé muy mal y muy bien. Hace muchos años no estaba en esa posición de que me revisaran, pero quiero seguir y poder imprimirlo y que llegue a mucha gente. No es solo mi familia, son muchas familias, y estos procesos de modernización económica han afectado y dañado inmensamente el territorio en el que habito y habité. Existe una gran lucha que dan a diario personas en ese lugar, y si puedo aportar desde mi punto de vista y desde la fotografía para que se vea desde este lado, lo quiero hacer. También quiero mostrar el archivo que mi papá hizo, porque quería dejarme o dejarnos algo a mi hermana y a mí.