Sebastián Mejía

“Estamos habitando, creando y destruyendo el espacio, todo esto de una manera simultánea”

por Felipe Muñoz Tirado - 2021
Con un interés particular por los errores espontáneos del paisaje urbano y las manifestaciones involuntarias de la sociedad reflejadas en las calles podemos encontrar el trabajo visual de Sebastián Mejía, un fotógrafo que nació en Perú, vivió en Colombia, estudió en EE.UU. y que actualmente reside en Chile, dedicando su trabajo fotográfico a registrar las experiencias comunes vividas en paisajes urbanos de las ciudades latinoamericanas.

“La experiencia en el espacio, es esa experiencia compartida, es experiencia directa, es esa experiencia de los sentidos. Y por otra parte está también lo que habla eso, que es de un paisaje que se construye entre una cantidad de actores distintos; sean los peatones, los constructores, los arquitectos, los urbanistas, la gente que vende cosas en la calle, la gente que anda en la micro, o sea, es un paisaje totalmente colectivo. Es algo que se va armando entre todos” comenta Sebastian para Letargo Revista.

En este sentido la arquitectura también ha jugado un rol fundamental dentro de la fotografía de Mejia, donde la utiliza como lenguaje para desarrollar las diferentes narrativas y relatos en sus trabajos “Me enfoco en la arquitectura para para hablar de una manera indirecta de como estamos habitando el espacio, creando el espacio, destruyendo el espacio. Todo esto de una manera simultánea. Porque en las ciudades, están todos esos factores en acción al mismo tiempo, la construcción y la destrucción. Y el vivir también el día a día”.

Sebastian, que también se desarrolla como profesor en la disciplina, se está siempre cuestionando con su trabajo las posibilidades del espacio, las relaciones que convergen en este y como la sociedad va moldeando este, utilizando así la fotografía y el arte como método y herramienta de reflexión: “Hay que hacer arte como una especie de reflexión, como un acto o un ejercicio reflexivo, porque la velocidad y la cantidad de las imágenes es de verdad abrumante. Entonces se necesita también por medio de las imágenes, una forma de repensar, de reflexionar, de poner en duda todo esto que está pasando y es clave en ese sentido”.


¿Qué objetivos te propones al momento de llevar a cabo un proyecto fotográfico?

“Es que no son objetivos muy concretos y eso es algo que ha sido siempre como una constancia en mi trabajo, el tema formal siempre lo tengo bien claro, pero no sé exactamente qué es lo que estoy buscando. Son una especie de anomalías en el paisaje urbano, que tengan una especie de diálogo con el entorno, que tengan una especie también de relación o de tensión temporal también, es muy simple, como la fotografía es simple; trabaja con espacio y tiempo comprimido. Es tratar de buscar estas pequeñas ocurrencias, muchas veces estáticas y simbólicas en el paisaje, que juegan con las nociones del espacio y el tiempo”.


A partir de tus trabajos de investigación y también a partir de lo vivido en la pandemia ¿Qué importancia crees tiene para la sociedad el habitar los espacios públicos?

“Por una parte, está la importancia del rol como productivo o como máquina, que necesita que todos salgamos a hacer nuestras labores como para que el todo funcione. Pero hay algo mucho más que eso, que son estos encuentros más casuales y más humanos, no sé; ir a hablar con la persona, ir a comprar el pan. Uno se da cuenta de que como faltan estos nexos así humanos-cotidianos que yo creo que ahora lo valoramos mucho más que antes”.

Es así como actualmente el fotógrafo se encuentra trabajando e investigando, a partir de lo vivido en la pandemia, en la relación de las personas con los cerros ubicados alrededor de Santiago, un elemento geográfico tan relevante para el entorno cotidiano de la capital, pero que en el día a día pareciese pasar desapercibido y que por el distanciamiento social y el peligro de los sectores céntricos han ido tomando relevancia.