La
Re-construcción de Lo Fragmetado
por Valentina Peña Zambrano - 2020
La artista visual Paula López Droguett
actualmente reside en la ciudad de Valparaíso y desde los 20 años se ha
dedicado principalmente a la docencia, acompañando y orientando el trabajo de
otres artistas. A lo largo de su carrera profesional reconoce la importancia
que ha tenido el feminismo en su vida y como este ha formado parte de su
proceso creativo, rompiendo los cánones de la visión de los cuerpos impuesto
por el patriarcado como un regulador de que lo que “debería ser y lo que no”.
“(...)conocí el feminismo y empecé a hacerlo parte de mi, era algo que necesitaba mucho y fue una especie de salvación, una herramienta que me ayudó a trabajar y entender muchas cosas en mi”.
Tal como lo refleja en su obra “carcel del amor”en la que retrata la realidad de muchas mujeres inmersas en la socidad, que se ven obligadas a postergar sus vidas y sus sueños por anteponer el concepto de “familia” configurado e impuesto por los estandares morales. Normalizando conductas y callando para no derrumbar el hogar, reflejando la casa como un lugar de apariencias que engañan para dar paso a una red de daños y efectos colaterales por el hecho de depender de alguien más.
“(…)cárcel de amor es el comedor de una casa, con la mesa puesta en blanco, los platos servidos, cuatro sillas, está inundada nuevamente de cera de pisos roja para lograr lo mismo pero también para hablar de ese exceso de limpieza de la casa limpia e inmaculada como bien preciado de la madre, como su obra de vida, con tanta exageración que llega a las náuseas. Lo evidente en la instalacion es la sangre, esta la preparo y es comestible, cocino para la familia, es la propia sangre que se vierte, es una escena del crimen pero no habla solo del feminicidio consumado, habla de todos los sacrificios por "amor" de las obligaciones tácitas que carga una mujer y por sobre todo la que decide tener familia.”
“(...)conocí el feminismo y empecé a hacerlo parte de mi, era algo que necesitaba mucho y fue una especie de salvación, una herramienta que me ayudó a trabajar y entender muchas cosas en mi”.
Tal como lo refleja en su obra “carcel del amor”en la que retrata la realidad de muchas mujeres inmersas en la socidad, que se ven obligadas a postergar sus vidas y sus sueños por anteponer el concepto de “familia” configurado e impuesto por los estandares morales. Normalizando conductas y callando para no derrumbar el hogar, reflejando la casa como un lugar de apariencias que engañan para dar paso a una red de daños y efectos colaterales por el hecho de depender de alguien más.
“(…)cárcel de amor es el comedor de una casa, con la mesa puesta en blanco, los platos servidos, cuatro sillas, está inundada nuevamente de cera de pisos roja para lograr lo mismo pero también para hablar de ese exceso de limpieza de la casa limpia e inmaculada como bien preciado de la madre, como su obra de vida, con tanta exageración que llega a las náuseas. Lo evidente en la instalacion es la sangre, esta la preparo y es comestible, cocino para la familia, es la propia sangre que se vierte, es una escena del crimen pero no habla solo del feminicidio consumado, habla de todos los sacrificios por "amor" de las obligaciones tácitas que carga una mujer y por sobre todo la que decide tener familia.”
Por otra
parte, podemos apreciar en “Este cuerpo no es mío” la ruptura de estructuras
impuesta de lo que es el concepto belleza, retratando así cuerpos reales y también las
huellas que dejan el tratar de llegar a obtener lo que es considerado bello, el
vestigio de sacrificios corporales y consecuencias que llevan a transformar la
psique y concepción de lo que es aceptado y lo que no con respecto al cuerpo.
En ese sentido Paula nos cuenta:
“(…) busco visibilizar la violencia ejercida sobre el cuerpo femenino al exigirle cierta ‘perfección’ y belleza canónica, haciendo parte al espectador de esta modificación con la mirada de la cuerpa de un otre y evidenciando esa violencia. En deseo me interesa retratar esa energía que nos lleva a la acción, las texturas que despiertan al cuerpo, los detalles, es una energía muy importante en mi vida (...).”
Sin duda el mensaje que nos entrega esta artista es potente, ya que, aborda temas que nos lleva a replantear concepciones erróneas e impuestas que siguen siendo la realidad de muchas, es por eso que también le preguntamos sobre el posicionamiento y rol de las mujeres en la fotografía a lo que nos respondió:
“No lo sé, creo que va a lograr posicionarse cuando deje de ser un tema, al menos yo en mis clases o curatorias aun debo forzar el cupo mínimo o darle más espacio a las alumnas para que expresen y desarrollen sus proyectos, y esto es porque no han sido escuchadas o no se les han dado el espacio y la oportunidad que nos merecemos. Tampoco creo que debamos tener un rol. Somos personas como cualquier otra y eso es lo que importa. Es por la violencia ejercida que nuestras temáticas a veces apuntan a estas. Pero todes tenemos un cuerpo sintiente, sensible que carga experiencias y eso no lo determina ni un cuerpo ni un género”.
Es así como entendemos que el trabajo de Paula invita al espectador a tener otras visiones de lo normado por las configuraciones sociales, siempre desde un punto de vista que se construye mediante a experiencias, ya sean personales o inspiradas en otres, que llevan a cuestionar lo establecido, reivindicando la forma de ver la realidad implantada y reformando el verdadero sentido del ser, sin imposiciones.
“(…) busco visibilizar la violencia ejercida sobre el cuerpo femenino al exigirle cierta ‘perfección’ y belleza canónica, haciendo parte al espectador de esta modificación con la mirada de la cuerpa de un otre y evidenciando esa violencia. En deseo me interesa retratar esa energía que nos lleva a la acción, las texturas que despiertan al cuerpo, los detalles, es una energía muy importante en mi vida (...).”
Sin duda el mensaje que nos entrega esta artista es potente, ya que, aborda temas que nos lleva a replantear concepciones erróneas e impuestas que siguen siendo la realidad de muchas, es por eso que también le preguntamos sobre el posicionamiento y rol de las mujeres en la fotografía a lo que nos respondió:
“No lo sé, creo que va a lograr posicionarse cuando deje de ser un tema, al menos yo en mis clases o curatorias aun debo forzar el cupo mínimo o darle más espacio a las alumnas para que expresen y desarrollen sus proyectos, y esto es porque no han sido escuchadas o no se les han dado el espacio y la oportunidad que nos merecemos. Tampoco creo que debamos tener un rol. Somos personas como cualquier otra y eso es lo que importa. Es por la violencia ejercida que nuestras temáticas a veces apuntan a estas. Pero todes tenemos un cuerpo sintiente, sensible que carga experiencias y eso no lo determina ni un cuerpo ni un género”.
Es así como entendemos que el trabajo de Paula invita al espectador a tener otras visiones de lo normado por las configuraciones sociales, siempre desde un punto de vista que se construye mediante a experiencias, ya sean personales o inspiradas en otres, que llevan a cuestionar lo establecido, reivindicando la forma de ver la realidad implantada y reformando el verdadero sentido del ser, sin imposiciones.