Natacha Ebers

“El ser humano es complejo en todo y encima tenemos existir en el sistema”


por Juvenal Munizaga - 2021 
Podríamos decir, que es un diálogo intimo con el tiempo, o quizás, una carta de amor a ella misma. “Querida Natacha”, el fotolibro de la artista visual argentina, Natacha Ebers, publicado por Balsa Ediciones. Una obra que viaja desde lo performativo al papel, dando pié a un registro poderoso y privado, como al mismo tiempo experimental. Ebers, una artista que cautiva con una obra intensamente íntima.

En tiempos convulsos nos regala esta conversación, desde traslados constantes al detenimiento total en Buenos Aires, producto de la Pandemia, conversamos con Natacha Ebers, una fotógrafa que despierta pulsiones. Su trabajo tiene piel y misterio, nos dice que “pone el cuerpo” en su obra, cosa literal, que se complementa perfecto, con una anécdota que nos contó, que una de las ideas era envolver el libro con papel de fax con una impresión de su cuerpo, en tamaño real que realizó en papel fotosensible, “apoyé el cuerpo en material fotosensible y usé bateas muy grandes”. Cosa que no prosperó(la envoltura), “se salía la tinta”, pero que nos habla un poco más sobre quien es Natacha y su obra. Un viaje directo entre lo instalativo y editorial.

Desde su casa taller, Estudio Cristal, que también es un laboratorio y escenario performático, nos conversa de su libro “Querida Natacha” un diálogo con ella misma, que contiene fotografía estenopeica , digital  y misivas que se autoescribio. Una obra cautivadora y frágil.

Ebers, nos dice que este trabajo se revela de manera casi orgánica, no planteado como obra desde su génesis “Este tema de concebir las imágenes desde esa forma, hay cosas que me puse a pensar y me pongo a pensar a partir de esta obra y encuentros, que yo no las pensaba, mi creación en relación a esta obra es muy de la pulsión, no surge como obra, como yo voy hacer esto, un fotolibro, no fue así, se trató de recopilar material desde distintos tipo de cuadernos y soportes donde yo escribía. Me fotografiaba en las casas que vivía, en algunas pude construirme un laboratorio en el baño, en otras no, entonces, me empiezo a plantear hasta que punto es tan importante la fotografía en sí, para mi, porque hay todo un proceso por delante en las imágenes, que obtengo a partir de la fotografía estenopeica, un proceso que es muy largo, donde resignifico un objeto y empiezo a pesar que tipo de cosa me gustaría transformar en cámara y es un proceso que me estoy vinculando a la materialidad, y estoy investigando un objeto, vinculando y después viene la parte del hacer fotográfico, voy al laboratorio, ponerle el material fotosensible, hacer la toma, que es una fotografía por lo general, la mayoría son papel, con papel fotográfico, no con película”, nos cuenta.

Su publicación, es una conversación de una mujer consigo misma, desde el año 2009 hasta nuestros días, más de una década de epístolas y creación de imágenes con dispositivos estenopeicos y una cámara digital, que toman forma a principios del 2020, por Balsa Ediciones de la mano de Fede Paladino, editor del libro.

“Hay muchas maneras de hacer fotografía, en el libro no solo hay estenopeica, también hay fotografía digital. Para  mi el dispositivo digital es un dispositivo que uso para registrar más que nada. Lo necesito para cosas muy especificas, el cuerpo está accesible a accionar de otra manera(…) Me queda muy presente lo del traslado, para hacer el libro me fui afuera(País Vasco), lo que nunca imaginé. Después el libro viajo para acá(Buenos Aires), estoy muy vinculada a esa palabra”.
“la obra no queda cerrada, siempre hay aberturas donde une puede seguir”

Respecto al desarrollo de su obra, Natacha, dice que sus referentes están en el día a día. En el centro psiquiátrico en que trabaja, las caminatas, acción que considera vital y recalca que la obra no concluye, sólo se contiene en un soporte. “Me di cuenta de eso y ¿cuáles son mis referentes? ¿qué fotógrafa-fotógrafo te gusta? y yo no sé, creo mis referentes son mis vínculos cercanos y después si, , tengo un montón de gente que admiro y me detengo a ver su proceso de trabajo, vuelvo un poco para atrás, como mencionaste, como que la fotografía no queda en una imagen, se empieza a retomar, la obra no queda cerrada, siempre hay aberturas donde une puede seguir y llevar este trabajo, entre comillas que está cerrado, porque en verdad no está cerrado, pues está contenido en un libro”, sostiene.

Ebers, expresa que “Soy Natacha”, fue un proceso del que se despegó y pudo convertir en obra.  “Me pasó, de descubrir  una forma de trabajo y entendimiento en mi proceso creativo en relación a la fotografía y las artes, muy importante. No estoy pensando como puedo hacer una gran obra, más bien estoy indagando todo el tiempo sobre lo que tengo, ¿por qué cuántas más imágenes puede haber en el mundo o podemos llegar producir en el tiempo?”, manifestó la artista argentina.

Sobre sus motivaciones que la llevan a ser fotógrafa y su vinculación con lo instalativo y performático, Ebers sostuvo que, “Siempre fue una pulsión hacer, soy muy curiosa, esto de construir cámaras y probarlas, pero nunca me puse a reflexionar , ¿por qué construyo cámaras? porque lo hacia, nunca indague tan adentro mi forma de hacer fotografía. Después de tantos años la experiencia uno se puede detener y reflexionar un poco más y me di cuenta que mi vinculo con la fotografía es desde es con la materialidad más que mi impronta sea analógica, sino más bien, que hay algo que agarro y que me llama la atención y digo bueno, a ver si puedo sacar una foto con esto, que tengo que hacer y así empiezo yo a vincularme con la fotografía, desde otro lugar, y ya empieza a ser instalativa desde el modo que hacer, instalativa y performática, porque autoretratarse desde un dispositivo estenopeico según las cualidades que tenga la maquina, tal vez tengas que estar muchos minutos quieta ante el estenopo, entonces, eso también te lleva a otra relación”.

Por último, Ebers nos sincera donde su obra parte, que tiene que ver con ella misma y su entendimiento de mundo. “Me pasa un poco con mi ser, una trata siempre de ver qué pasa adentro, con esas angustias y emociones y siempre volves a esos lugares de la mente,  vas resignificando o entendiendo un poco como funciona cada uno, no sé, es como complejo existir, pienso en eso, el ser humano es complejo en todo y encima tenemos existir en el sistema y ahí me puedo ir para cualquier lado y es un poco eso, me reinvento, me transformo en robot, género diálogos conmigo misma”, finalizó.