Mica Doppelganger
La metamorfosis a través de lo experimental
por Katalina Cortes - 2021
“El experimental me da la misma incertidumbre que me da la vida”
Mica Doppelganger es una fotógrafa argentina que relata su paso hacia la fotografía analógica como una metamorfosis que siempre aspiró a tener, no solo en la fotografía, sino que dentro de sí misma “Estaba completamente aislada, no me relacionaba con casi nadie y bueno me hizo preguntarme un montón de cosas, porque no había ninguna persona que me conociera que me dijera quién era yo”, menciona. El miedo a lo análogo, a cometer errores que no se sabrán hasta el momento del revelado, finalmente se convirtió en el deseo de descubrir nuevas técnicas que la llevaron a tener un estilo que siente muy de ella, reflejado en lo experimental. “lo analógico es abrir esa cámara, como destripar un pedazo de historia y abres esa cámara y le pones un rollo, lo rebobinas tú mismo, hay muchas posibilidades de que salga mal”, señala.
Sus primeros trabajos fuera de lo digital, con una cámara alemana de los años 50, trataron de registrar la soledad, reflejar lo que ella sentía en su interior. “En esa época me había perdido bastante en mi interior porque había dejado de tener vínculo con todas las personas de mi infancia, me había aislado, no sólo exteriormente sino que internamente”, indica la fotógrafa. Luego de que sus proyectos iniciales fueran sobre la soledad, decidió retratar el amor desde lo experimental, explicando que “las hice con mi pareja que siempre me acompaña y quería retratar el amor como algo transformador, no el amor de pareja, sino el amor por todas las cosas”, dejando en evidencia la metamorfosis de la que habla.
Ese fue el momento en que su trayecto cambió y comenzó el viaje con la fotografía experimental, acompañándola con textos literarios que le sirvieron de inspiración para escribir su propio material, convirtiendo así su trabajo en algo completamente suyo y orgánico. “Me dejé invadir por toda esa soledad y me llevó a un viaje muy íntimo, que me fue llevando por distintos lados, empecé a experimentar con rollos vencidos, entonces ahí se hacía mayor el margen de error de que la foto salga o no”, de acuerdo con Mica, uno de los factores que hace que lo análogo sea místico es justamente el margen de error, no saber finalmente si iban a salir o no las fotos desde esos rollos vencidos con los que experimentaba, la probabilidad de que ese recuerdo ni siquiera exista.
Mica Doppelganger es una fotógrafa argentina que relata su paso hacia la fotografía analógica como una metamorfosis que siempre aspiró a tener, no solo en la fotografía, sino que dentro de sí misma “Estaba completamente aislada, no me relacionaba con casi nadie y bueno me hizo preguntarme un montón de cosas, porque no había ninguna persona que me conociera que me dijera quién era yo”, menciona. El miedo a lo análogo, a cometer errores que no se sabrán hasta el momento del revelado, finalmente se convirtió en el deseo de descubrir nuevas técnicas que la llevaron a tener un estilo que siente muy de ella, reflejado en lo experimental. “lo analógico es abrir esa cámara, como destripar un pedazo de historia y abres esa cámara y le pones un rollo, lo rebobinas tú mismo, hay muchas posibilidades de que salga mal”, señala.
Sus primeros trabajos fuera de lo digital, con una cámara alemana de los años 50, trataron de registrar la soledad, reflejar lo que ella sentía en su interior. “En esa época me había perdido bastante en mi interior porque había dejado de tener vínculo con todas las personas de mi infancia, me había aislado, no sólo exteriormente sino que internamente”, indica la fotógrafa. Luego de que sus proyectos iniciales fueran sobre la soledad, decidió retratar el amor desde lo experimental, explicando que “las hice con mi pareja que siempre me acompaña y quería retratar el amor como algo transformador, no el amor de pareja, sino el amor por todas las cosas”, dejando en evidencia la metamorfosis de la que habla.
Ese fue el momento en que su trayecto cambió y comenzó el viaje con la fotografía experimental, acompañándola con textos literarios que le sirvieron de inspiración para escribir su propio material, convirtiendo así su trabajo en algo completamente suyo y orgánico. “Me dejé invadir por toda esa soledad y me llevó a un viaje muy íntimo, que me fue llevando por distintos lados, empecé a experimentar con rollos vencidos, entonces ahí se hacía mayor el margen de error de que la foto salga o no”, de acuerdo con Mica, uno de los factores que hace que lo análogo sea místico es justamente el margen de error, no saber finalmente si iban a salir o no las fotos desde esos rollos vencidos con los que experimentaba, la probabilidad de que ese recuerdo ni siquiera exista.
Una de las cualidades más distintivas del trabajo de Mica Doppelganger son los colores explosivos que son posibles gracias a la técnica del film soup, a la cual se acercó por un taller enseñado por la fotógrafa brasileña Ana Harff, lo que le permitió luego seguir con su propio camino. “experimenté con el film soup, que es meter un rollo en cualquier químico que elijas, se hace como una sopa, después se seca y sacas unas fotos con ese rollo”, explica la fotógrafa sobre la técnica. De esta manera, también señala que uno de sus proyectos más importantes fue su primer film soup, en un viaje que emprendió con su pareja a una laguna sin saber si las fotos resultarían o no, hasta que vio el resultado y pensó “me cambió la manera en que la que lo vi, porque si no está en ningún lugar, se pierde, entonces eso me cambió realmente, me cambió la perspectiva de ver las cosas”.
Doppelganger apunta a la fotografía como una de las cosas más lindas que le ha pasado, no solo por el oficio en sí, sino porque la ha llevado a acercarse a personas que sienten como ella, o que al menos comparten las mismas pasiones. Mica señala que “A Veces algunas personas dicen que se sienten identificados, me agradecen por compartirlo”, esto debido a la intimidad que muestra en sus proyectos, como en el que retrata la cicatriz que quedó en su cuerpo luego de vencer el cáncer.
La habilidad de mostrarse frágil le entrega una fortaleza a esta fotógrafa, que es la honestidad de su trabajo, acompañado además de una técnica llamativa llevada a cabo por alguien que disfruta el proceso por más intimidante que pueda parecer. Plasmar la vida cotidiana con un discurso propio, es lo que hace que sus fotografías sean y se sientan claramente orgánicas, dejando afuera lo pretencioso que puede tener, algunas veces como resultado, este oficio.
Doppelganger apunta a la fotografía como una de las cosas más lindas que le ha pasado, no solo por el oficio en sí, sino porque la ha llevado a acercarse a personas que sienten como ella, o que al menos comparten las mismas pasiones. Mica señala que “A Veces algunas personas dicen que se sienten identificados, me agradecen por compartirlo”, esto debido a la intimidad que muestra en sus proyectos, como en el que retrata la cicatriz que quedó en su cuerpo luego de vencer el cáncer.
La habilidad de mostrarse frágil le entrega una fortaleza a esta fotógrafa, que es la honestidad de su trabajo, acompañado además de una técnica llamativa llevada a cabo por alguien que disfruta el proceso por más intimidante que pueda parecer. Plasmar la vida cotidiana con un discurso propio, es lo que hace que sus fotografías sean y se sientan claramente orgánicas, dejando afuera lo pretencioso que puede tener, algunas veces como resultado, este oficio.