La Fotografía Resilente de Oskar Huerta

por Felipe Muñoz Tirado - 2020
Oskar Huerta es un fotógrafo que actualmente reside en Ovalle, Chile. Una localidad ubicada al interior de la región de Coquimbo. El trabajo documental que realiza desde el anonimato, circulando por las lúgubres calles de la ciudad nos abre paso a las historias de la cruda y honesta resistencia de aquellos pobladores que luchan día a día por sobre-vivir en un sistema depredador y avasallador.

Tal como lo mencionamos, la fotografía de Oskar es una fotografía sin miedo a mostrar todo aquello que nos ocultan, pero que viven miles de personas constantemente, al respecto del por qué hacer esta fotografía el autor nos comenta: “Creo en la fotografía socialmente comprometida. Creo en el arte socialmente comprometido: creo en el autor militante, en el que toma una posición. Allá afuera en las calles vemos a diario represión, terrorismo de estado y violencia económica. Por ello no creo en aquel mensaje sobre metaforizado, porque ese es un arte desactivado, no molesta a nadie, no juega un rol simbólico, es decoración. Los malos gobiernos están asesinando a la humanidad y al planeta entero, no podemos hacer fotos para adornar los living de las casas de los ricos, no hay cabida a eso”.

Uno de los trabajos más representativos del mensaje que nos quiere transmitir Oskar es de “zonas de sacrificio” un trabajo que busca levantar del olvido aquellas zonas olvidadas y deliberadamente desahuciadas por el estado. Donde las ganancias económicas son más importantes que la vida de los pobladores. Donde las luchas se hacen silenciosas, por falta de visibilidad, por falta de empatía y desgano. 

“La reflexión política es más necesaria que nunca, no se puede hacer ningún tipo de obra que rehúya de esta historia presente. Necesitamos autores políticamente responsables, ahora que ya vemos la orilla del abismo al que nos ha empujado el capitalismo neoliberal”. Nos habla el autor. 

La necesidad y motivación



Pero de dónde nace la motivación del autor por realizar este noble trabajo. Labor que en gran parte de su proceso no tiene una retribución concreta más que el acto de ser coherente y consecuente con el discurso personal. 

En este aspecto el autor nos cuenta “La motivación y necesidad Como 1º cosa tengo una necesidad muy honesta y orgánica en mí de poder comunicarme con el mundo que me rodea. La fotografía documental me permite también tomar este espejo de imágenes que llamamos realidad, pero también me permite experimentar con los límites de esa realidad. ¿Hasta dónde lo documental es fiel a lo real? Como autor no contesto esa pregunta, más bien, indago en ello para hacer más preguntas. No me interesa ocupar la imagen como un reflejo, porque ese reflejo es siempre una mentira. Lo que hago es crear a partir de una realidad que por lo general es dolorosa, y encontrar ahí herramientas o pistas que me permitan armar un relato sensible. Hace tiempo leí un texto de Alfredo Jaar, él expresaba la importancia de informar y emocionar para poder educar, creo que ese triángulo creativo explica bien lo que busco lograr”.