LLANO

por Martin Bollati 
Publicado por la editorial peruana KWY, con fotografías de Juanita Escobar, Llano es un libro lleno de textura y de retorno. Articulado alrededor de un solo paisaje que lo nombra, Llano es un proyecto que habla del tiempo, del trabajo, del canto, de la noche, de los caballos, de la fotografía como un paseo salvaje, de la autora, de la llanura, del amor.

La estructura general del libro se plantea como un relato clásico, que adentra al lector en la temática y los personajes particulares de este territorio y la relación de Juanita con ellos. El libro comienza con la cruda imagen frontal de un caballo y continúa presentando al paisaje y los llaneros, y por último -como cierre del preludio-, la imagen de una mujer de espalda sumergiéndose en el barro de la narración: veo en esa mujer a Juanita y un gesto ritual de fundirse con lo que cuenta.

En el centro perfecto del objeto (insistiendo en el rodeo), se nos presenta un cambio de papel y el único momento del libro donde se articula una secuencia. La elección del tipo de papel para este segmento es, en mi opinión, muy acertada. Se genera una sensación de transparencia falsa, en un papel que parece traslúcido, que se siente traslúcido, pero que no deja ver: es como si las imágenes, donde se percibe el galope de mil caballos, terneras zapateando y los sombreros y el sudor, y el polvo que levanta todo aquel movimiento, excedieran su frontera gráfica y una nube de tierra se metiera por los ojos y la nariz del lector. No hay lugar para la contemplación. Todo sucede con temperamento.

Llano es un libro cargado de imágenes profundas, en cuanto a su profundidad, nunca mejor dicho, de campo, y en cuanto a la densidad vital de lo que contienen. Hay una imagen que quizás resuma a todas: una yegua parada en dos patas, un llanero que intenta domarla, la luna llenísima, redonda, perfecta, y blanca como un ojo, que atestigua e ilumina el momento, mientras la llanura y su recta atroz cortan a la imagen (y al ojo metafórico lunar, que es el del lector) en dos. No nos olvidemos que la llanura es una hoja de papel acostada y que, en ella, las miradas se pierden. Caballo, paisaje, hombre y mujer, son aquí lo mismo: texturas de una historia bien narrada.

Las decisiones generales del libro, en cuanto a diseño e impresión, denotan la experiencia de una editorial que ya lleva unos cuantos libros encima. El formato es amable, por su tamaño y por su peso, y nos invita, con el cuero citado de la portada, a ojear una y otra vez el material. Personalmente, disfruto cada vez más los libros de formato pequeño y de medida ambición. Llano es justo en sus decisiones.

“Narrar esta historia es contarme a mí misma” se nos anuncia en el texto que cierra al relato, escrito por la autora. Juanita nos invita así, a volver a leer el material, ahora con la llave de sus ojos y de su historia personal. No en vano, uno de sus caballos es nombrado “Volví para verte”.