Juana Guerrero

“El rol de la performance tiene que ser denunciar”

por Juan Alfaro Balcazar - 2020
Un nombre se designa para diferenciar, ubicar o encasillar, pero a la vez tiene una carga simbólica que puede representar una vida o ser la manifestación de un cuestionamiento, aquí radica el poder de “renombrarse”, como ejercicio de construir una identidad fuera de la imposición gramatical que puede llegar a ser tan ajena.  Así, María José Guerrero no es María ni José. Se podría decir que nació en Santiago y que a los 4 años partió a Iquique, pero en realidad su verdadera identidad como artista visual, performer y actriz nació en Buenos Aires, al otro lado de la cordillera,  donde Juana Guerrero egresó de la Escuela Metropolitana de Arte Dramático y fue parte del colectivo La Maricona, grupo de artistas chilenos y colombianos radicados en la capital argentina el 2012.

¿Qué representa para ti el renombrarte como Juana Guerrero?  

“Cuando me voy a Buenos Aires, fue deconstruir todo lo que tenía arraigado en mi crecimiento y desarrollo como persona por estar muy ligado a la religión. Sentía que era fundamental renombrarme”.

En el recorrido constante de construir su identidad, también nace su interés por el cuerpo como espacio de cuestionamiento, buscando romper con la imposición de lo binario y ocuparlo como forma para entregar un mensaje, estructuras que según la artista están ligadas fuertemente a la religión, ya que “está metida en todas las casas, aunque tú no quieras, no se trata de ir a la iglesia, el pensamiento mismo ya está condicionado por esa idea establecida sobre el ser mujer u hombre”, afirmó.

Es por esto,  que elementos como la educación y la sexualidad también forman parte del reconstruir nuevas formas de relacionarse, ligadas a su experiencia estudiando en un colegio de monjas gran parte de su vida,  donde “se hablaba de relaciones solamente para procrear, para tener hijos, y desde ahí construir esos lazos”.  Entonces, para Juana el “saberse diferente” desde una educación que desarrolle herramientas más allá de lo que se espera de alguien como “deber ser”, es fundamental.

Y aquí la performance como forma de arte tiene un sentido de contestación frente a lo dogmático, ya que para la artista visual “el rol de la performance tiene que ser denunciar”,  ejercicio que dice cuestionar constantemente y que posiciona desde la rabia para hablar que “somos eternamente cuerpos violentados en todos los aspectos, entonces realizo la acción porque quiero cuestionar algo, hasta los discursos más libertarios tenemos que cuestionar y desde ahí poder construir”.

En este sentido, en su más reciente trabajo titulado “La Tiranía Constituyente” y exhibido en Matucana 100 el mes pasado, reflexiona sobre las conjeturas que presentan los emblemas y discursos conservadores que tomaron fuerza en las campañas del plebiscito. Una obra que consta de 3 video-proyecciones que revisan el poder empresarial y político para difundir discursos que defienden un sistema económico amparado en la desigualdad.

Es en esta reflexión, donde el personaje de la reconocida promotora neoliberal Franca Sonia Ladura, surge para recalcar con ironía los dilemas de la democracia y las evidentes problemáticas que ocurren en distintos puntos del país. Franca Sonia Ladura decide postularse como candidata a la convención constituyente por la región de Tarapacá y nace desde la obsesión de Juana por cómo hablan los políticos y su comunicación no verbal, pues son “muy descarados, entonces quería construir un personaje así y querer escuchar todo lo que en el fondo están diciendo los políticos con sus acciones, pero que no verbalizan en concreto, la Franca va y lo dice, todo lo que podríamos escuchar de los monigotes políticos que no tienen escrúpulos”.

Por último, la artista visual se posiciona desde lo regional por decisión y convicción propia, puesto que  “es re importante que los espacios del arte puedan ocurrir en todas partes, y están ocurriendo en todas partes, pero descentralizar es fundamental, no puedo decir que no me importa Santiago, pero están pasando cosas mucho más interesantes en regiones, con respecto al arte, que en la misma capital”. Territorialidad que desea seguir expresando mediante la corporalidad y no dejando de explorar el extractivismo, género y  las estructuras normativas que producen la violencia que se ejerce en los cuerpos.
Franca Sonia Ladura