Futuro Berg
“En
Chile estamos viviendo el proceso migratorio más importante desde hace cien
años”
por Felipe Muñoz Tirado - 2021
La crisis
migratoria es un tema que lejos de acabarse, se hace presente cada día más en
la cotidianeidad latinoamericana y mundial. El migrar es un acto natural del
ser humano y el tener un lugar donde residir libremente es un derecho
innegable. Haciendo de esta crisis un problema de empatía y de egoísmos bajo
consignas y fronteras que en la práctica, sólo constituyen un constructo social
impuesto. Bien sabe de esto el fotógrafo Futuro Berg, quien a los 19 años dejó
su hogar en Santiago, una ciudad con la que se reencontró luego del estallido
social, siendo testigo de un Chile totalmente distinto.
Para él, registrar las vivencias de migrantes que día a día buscan un nuevo lugar para vivir, es “una de las experiencias más lúgubres que he vivido en mi vida. O sea, me cuesta pensar en una situación que haya tenido tanta oscuridad como eso. Por un lado, la represión y por otro; la falta de humanidad. Ver personas durmiendo bajo la nieve literalmente en una carpa, con la carpa totalmente mojada y los pies podridos, incluso personas con enfermedades que no pasaban en Europa desde la Segunda Guerra Mundial”.
Su trabajo nos permite conocer insitu la situación de miles de personas que pasan desapercibidas en la prensa, vivencias en primera persona que retrata en fronteras y campos de refugiados de diferentes partes del mundo. Entregando una perspectiva más humana y alejándose de las pretensiones meramente periodísticas, concentrándose así en un registro documental de largo aliento y cercano.
“El 2007 trabajé con refugiados y desde ese momento hasta ahora no he parado; estuve viviendo en Grecia cuatro meses en campamentos, luego en México, en la frontera con Guatemala y en la frontera con los Estados Unidos. Entremedio estuve documentando migrantes en Inglaterra, los hacía para ver cómo se adaptaban, cómo vivían y porqué. Obviamente nos hicimos amigos. Luego en 2017 me fui a Francia” Comentó Futuro a Letargo Revista.
Es así como su fotografía altamente ligada al sentido humanitario, no solo le ha permitido viajar por el mundo y conocer la realidad de miles de personas, sino que además, desde sus estudios de política internacional, pudo construir una visión más crítica y realista sobre este fenómeno.
Estallido Social en Chile
Los planes de volver a Chile se vieron abruptamente adelantados dado el estallido social vivido durante octubre de 2019, hechos que lo motivaron a vivir por su cuenta todo lo que fue el levantamiento social:
“llegué en pleno estallido, más o menos de manera intencional, mi percepción de Chile fue desde una situación excepcional (…) Yo me fui del país porque no tenía plata para la Universidad, porque me daba miedo enfermarme y no tener carnet de salud. Entonces todas las cosas que estaban ocurriendo en Chile cuando yo volví, más o menos apuntaban a esas cosas que a mí me hicieron partir”.
Para él, registrar las vivencias de migrantes que día a día buscan un nuevo lugar para vivir, es “una de las experiencias más lúgubres que he vivido en mi vida. O sea, me cuesta pensar en una situación que haya tenido tanta oscuridad como eso. Por un lado, la represión y por otro; la falta de humanidad. Ver personas durmiendo bajo la nieve literalmente en una carpa, con la carpa totalmente mojada y los pies podridos, incluso personas con enfermedades que no pasaban en Europa desde la Segunda Guerra Mundial”.
Su trabajo nos permite conocer insitu la situación de miles de personas que pasan desapercibidas en la prensa, vivencias en primera persona que retrata en fronteras y campos de refugiados de diferentes partes del mundo. Entregando una perspectiva más humana y alejándose de las pretensiones meramente periodísticas, concentrándose así en un registro documental de largo aliento y cercano.
“El 2007 trabajé con refugiados y desde ese momento hasta ahora no he parado; estuve viviendo en Grecia cuatro meses en campamentos, luego en México, en la frontera con Guatemala y en la frontera con los Estados Unidos. Entremedio estuve documentando migrantes en Inglaterra, los hacía para ver cómo se adaptaban, cómo vivían y porqué. Obviamente nos hicimos amigos. Luego en 2017 me fui a Francia” Comentó Futuro a Letargo Revista.
Es así como su fotografía altamente ligada al sentido humanitario, no solo le ha permitido viajar por el mundo y conocer la realidad de miles de personas, sino que además, desde sus estudios de política internacional, pudo construir una visión más crítica y realista sobre este fenómeno.
Estallido Social en Chile
Los planes de volver a Chile se vieron abruptamente adelantados dado el estallido social vivido durante octubre de 2019, hechos que lo motivaron a vivir por su cuenta todo lo que fue el levantamiento social:
“llegué en pleno estallido, más o menos de manera intencional, mi percepción de Chile fue desde una situación excepcional (…) Yo me fui del país porque no tenía plata para la Universidad, porque me daba miedo enfermarme y no tener carnet de salud. Entonces todas las cosas que estaban ocurriendo en Chile cuando yo volví, más o menos apuntaban a esas cosas que a mí me hicieron partir”.
¿Hiciste algún tipo de documentación durante el
estallido social al respecto de lo que estaba sucediendo?
“Sí, en primer lugar yo me sentí súper ajeno, me propuse documentar lo que hablaba del estallido sin ser gráficamente obvio (…) por ejemplo el tema de las rejas, que me fascina. Chile es uno de los países con más rejas que me ha tocado ver en el mundo, creo que ni siquiera en México las casas tienen tantas rejas como acá. Es súper loco, porque si uno no hace el ejercicio muy específico de observar, no lo nota. Es muy fácil normalizarlo”.
Crisis migratoria en territorio chileno
Uno de los grandes objetivos de la vuelta a Chile del fotógrafo, fue conocer la realidad de los miles de migrantes que residen actualmente en el país, no con el objetivo de fotografiarlos, al menos en una primera instancia, sino de compartir y acercarse al presente de uno de los países más desiguales del continente sudamericano. “Hay que dejar claro que nosotros en Chile estamos viviendo el proceso migratorio más importante desde hace cien años. Eso debería definirse así desde ya” estableció Futuro.
¿Cómo fue el acercarte y fotografiar a las comunidades haitianas del país?
“Cuando estoy en una comunidad, voy con la expectativa de conversar, conversar y conversar. Pueden pasar meses sin sacar la cámara, al sexto mes recién comencé a llevarla. Yo creo que, en el caso de la comunidad haitiana, llegué por el interés en el lado humano, eso va junto a la necesidad de documentar, yo soy fotógrafo de manera orgánica y de repente uno saca la cámara y lentamente, se va armando algo”.
El trabajo fotográfico de Futuro Berg nace espontáneamente como una consecuencia natural de su relación personal con las personas que son parte de las diferentes comunidades en las que participa, “para mí ha sido muy interesante poder hacer esto de esta manera, desde una calma, desde una lentitud y desde una ambición personal que no necesita tener un deadline. Eso para mí es súper lindo”, reflexionó.
“Sí, en primer lugar yo me sentí súper ajeno, me propuse documentar lo que hablaba del estallido sin ser gráficamente obvio (…) por ejemplo el tema de las rejas, que me fascina. Chile es uno de los países con más rejas que me ha tocado ver en el mundo, creo que ni siquiera en México las casas tienen tantas rejas como acá. Es súper loco, porque si uno no hace el ejercicio muy específico de observar, no lo nota. Es muy fácil normalizarlo”.
Crisis migratoria en territorio chileno
Uno de los grandes objetivos de la vuelta a Chile del fotógrafo, fue conocer la realidad de los miles de migrantes que residen actualmente en el país, no con el objetivo de fotografiarlos, al menos en una primera instancia, sino de compartir y acercarse al presente de uno de los países más desiguales del continente sudamericano. “Hay que dejar claro que nosotros en Chile estamos viviendo el proceso migratorio más importante desde hace cien años. Eso debería definirse así desde ya” estableció Futuro.
¿Cómo fue el acercarte y fotografiar a las comunidades haitianas del país?
“Cuando estoy en una comunidad, voy con la expectativa de conversar, conversar y conversar. Pueden pasar meses sin sacar la cámara, al sexto mes recién comencé a llevarla. Yo creo que, en el caso de la comunidad haitiana, llegué por el interés en el lado humano, eso va junto a la necesidad de documentar, yo soy fotógrafo de manera orgánica y de repente uno saca la cámara y lentamente, se va armando algo”.
El trabajo fotográfico de Futuro Berg nace espontáneamente como una consecuencia natural de su relación personal con las personas que son parte de las diferentes comunidades en las que participa, “para mí ha sido muy interesante poder hacer esto de esta manera, desde una calma, desde una lentitud y desde una ambición personal que no necesita tener un deadline. Eso para mí es súper lindo”, reflexionó.