“De esa forma fotografié mi territorio, fui una garza”


Exequiel Vargas

Entrevista
por Juvenal Munizaga - 2023
Garza, de los más recientes títulos de Ediciones La Visita, Colección El Rectángulo. Obra del fotógrafo y músico Exequiel Vargas que nos sitúa en un mundo propio, oscuro y entrañable. En los potreros, hay una epifanía, entre el autor y unas garzas, en una conexión mística te lleva a un recorrido misterioso y amable, no es un amor a primera vista. Hay mucha calle lo que hace de este libro, quizás sin querer serlo, un testigo documental a una contemporánea ciudad de Rancagua y también, reconocerse en fragilidades ocultas.

¿Cómo nace la idea del libro?

Son mis primeras fotos. Desde que aprendí a hacer fotos. Garza empezó llamándose de otra forma, cuando salí a hacer fotos de noche. Inspirado por la obra Living periferia (Buen Lugar), relacionaba los paisajes que trabajaba Alejandro (Olivares) y encontraba que era muy similar o lo mismo donde yo vivo, donde vive mi abuela. Abordé las mismas problemáticas, estaba consiguiendo algo pero me di cuenta con el tiempo que no era mío totalmente y era algo que ya se había hecho.

Exequiel vive en Villa Cordillera, al límite con Machalí. El sector más periférico de Rancagua.


Epifanía en los potreros

¿Qué pasó que cambió el rumbo de la investigación?

Le echo la culpa a la aparición de unas garzas, siento que en la periferia de Rancagua, se parece mucho a la de Santiago, pero cuando te vas más al sur, el paisaje cambia, los potreros, esos sitios eriazos, basurales y peladeros. Estos espacios a medida que se va yendo al sur, son más verdes. Donde vivo, en esos lugares, se arma como un ecosistema de un humedal donde aparece este árbol lleno de garzas y con eso, me di cuenta que lo que me interesaba no era lo que estaba trabajando, era cómo me relaciono con mi entorno.  

Ocupo los potreros como un  espacio de desconexión mental, donde doy un paseo a un  espacio lleno de silencios, es un lugar donde salgo a meditar. Siempre los vi como constelaciones de potreros, donde hay una población al medio rodeada de potreros.

Libro sonoro

Garza inicia con un cassette rayado, lo que remarca la relación de Vargas con la música.
Desde mi adolescencia, bandas como Set Fire To Flames, Godspeed you!  Black Emperor,Explosions in the sky, Mono y Mogwai me hacían imaginar escenarios ficticios. Entonces a partir de esa relación con la música, también soy músico y fue parte de entender la vida a través de la música. En los potreros activo lo auditivo, escuchar las aves, los queltehues. Fui haciendo una investigación más sensorial en el territorio, mezclando la periferia con este mundo más verde y místico de las aves. Me planteo desde la periferia, desde ahí veo el mundo , que involucra a mi familia, sus paisajes.  Sentí que era un pájaro y de esa forma fotografié mi territorio, fui una garza. Según la cultura mapuche son aves protectoras que de noche ayudan a encontrar el camino de los extraviados. Por eso el libro lo hice íntegramente de noche.

Potreros quemándose en los veranos para que no se llene de ratas en el invierno, lo gregario, el encuentro con las garzas, el metal develado de las construcciones. Formas y texturas que sólo se pueden encontrar cuando se fotografía de noche y una música que se puede imaginar mirando las páginas de esta obra editada por Miguel Angel Felipe y diseñada por Benjamín Acevedo. Un rectángulo en la mano más, desde Rancagua al mundo en páginas negras. Como cuando todo era noche.