Eva Chevallier
El arte
y su vinculación con la memoria: una herramienta de transformación cultural y
personal
El arte
y su vinculación con la memoria: una herramienta de transformación cultural y
personal
por Katalina Cortes Olguin - 2021
“Construir
una autopista en medio del laberinto”, palabras de Adriana Lestido que le sirven de
inspiración a Eva Chevallier al momento de orientar y confiar en su proceso
artístico-fotográfico. Desde pequeña, la fotógrafa tuvo una búsqueda
relacionada con los procesos sociales y culturales y con el regalo de una
cámara pudo encontrar la manera de expresar aquello que necesitaba decir de un
modo diferente.
En su nuevo proyecto titulado “Todas Juntas” habla sobre la importancia de la memoria colectiva en las familias, la cual marca a las generaciones venideras. Dichas experiencias, se hacen visibles grupalmente, en este caso: un grupo de mujeres que viajaron juntas. De esta forma, Eva Chevallier se vio representada en las fotografías del viaje de su abuela y sus amigas, se sintió interpelada por el espejismo que le provocaba esta experiencia. La ausencia llenó un vacío y desde lo individual se generó una red de vínculos reales.
1. Tu proyecto más reciente se titula “Todas Juntas” ¿qué te inspiró para desarrollarlo?
(…) Partiendo del concepto de Memoria que mencionaba antes como una práctica activa, libre y disponible para reinventarnos y haciendo ficción a partir de fotos que mi abuela me regaló, busqué en la historia materna elementos comunes con mi presente. Haber escarbado en ese pasado, me obligó a repensarme. Miraba las fotos de estas mujeres juntas, viajando, a veces solas, en una época en la cual eso no era común y me las imaginaba pioneras de un momento histórico.
Buscaba saber. ¿Quiénes eran ellas? ¿Por qué se detenían a mirar esos paisajes?, ¿Qué me estaban diciendo?
A medida que avanzaba cada foto se volvía un espejo, me detuve sobre los cuerpos y cómo lo mostraban. ¿Qué pasa hoy con nuestros propios cuerpos? ¿Cómo sentía mi cuerpo? Las fotos dejaron de ser una narrativa de la historia de mi abuela y sus amigas y pasaron a interpelarme cada vez más. Atravesé miedos y contradicciones, me sentí incómoda ante la mirada de les otres. ¿Por qué había ausencia de hombres en aquellas fotos? Cuestioné mi propio deseo, transité entre lo individual y lo colectivo. Pensé en la muerte como algo que puede ser, además de doloroso, natural y casi hermoso.
En su nuevo proyecto titulado “Todas Juntas” habla sobre la importancia de la memoria colectiva en las familias, la cual marca a las generaciones venideras. Dichas experiencias, se hacen visibles grupalmente, en este caso: un grupo de mujeres que viajaron juntas. De esta forma, Eva Chevallier se vio representada en las fotografías del viaje de su abuela y sus amigas, se sintió interpelada por el espejismo que le provocaba esta experiencia. La ausencia llenó un vacío y desde lo individual se generó una red de vínculos reales.
1. Tu proyecto más reciente se titula “Todas Juntas” ¿qué te inspiró para desarrollarlo?
(…) Partiendo del concepto de Memoria que mencionaba antes como una práctica activa, libre y disponible para reinventarnos y haciendo ficción a partir de fotos que mi abuela me regaló, busqué en la historia materna elementos comunes con mi presente. Haber escarbado en ese pasado, me obligó a repensarme. Miraba las fotos de estas mujeres juntas, viajando, a veces solas, en una época en la cual eso no era común y me las imaginaba pioneras de un momento histórico.
Buscaba saber. ¿Quiénes eran ellas? ¿Por qué se detenían a mirar esos paisajes?, ¿Qué me estaban diciendo?
A medida que avanzaba cada foto se volvía un espejo, me detuve sobre los cuerpos y cómo lo mostraban. ¿Qué pasa hoy con nuestros propios cuerpos? ¿Cómo sentía mi cuerpo? Las fotos dejaron de ser una narrativa de la historia de mi abuela y sus amigas y pasaron a interpelarme cada vez más. Atravesé miedos y contradicciones, me sentí incómoda ante la mirada de les otres. ¿Por qué había ausencia de hombres en aquellas fotos? Cuestioné mi propio deseo, transité entre lo individual y lo colectivo. Pensé en la muerte como algo que puede ser, además de doloroso, natural y casi hermoso.
2. Este proyecto es tu primer fotolibro ¿Por qué elegiste
este formato de publicación?
En esta Relación entre las fotografías de archivos y las nuevas imágenes, y ese diálogo entre en tiempo pasado y presente, el libro como objeto íntimo al cual puedo apelar, ir y venir me parece el mejor formato. Quizás como una intención más de almacenar memoria, y salvar parte de mi historia y como dicen algunos autores la necesidad de vencer el olvido. A la vez representa para mí el fin de un ciclo de trabajo y quizás el comienzo de otros. El libro y mi historia en estas imágenes me permite explayarme, incluir casi en forma de diario otros objetos, dibujos, etc.
Crear como un acto de fe
Las personas que componen nuestro círculo más próximo generan una huella muchas veces imperceptible a nuestra consciencia. Por esto mismo, es que muchas veces no comprendemos el impacto que dejan en el propio día a día nuestras familias. Cada una de estas representan un pequeño mundo, una historia que muchas veces no son contadas y que van desapareciendo sin haber sido apreciadas.
Eva Chevallier buscó en su historia materna elementos que la conectaran con su presente, así creando un proyecto de memoria histórica y fotográfica con una carga personal, pero que, de alguna forma, se puede extrapolar a la persona que observa dichas fotografías, ya que se proyecta un intercambio de sentires y experiencias. “Crear como un acto de fe”, tener la expectativa de encontrarse personalmente, verse reflejada en las vidas anteriores a una misma. Tener el espacio para detenerse y mirarse, pero ver más allá de lo individual es lo que provoca esta obra: un espacio de intimidad entre el pasado y el presente.
En esta Relación entre las fotografías de archivos y las nuevas imágenes, y ese diálogo entre en tiempo pasado y presente, el libro como objeto íntimo al cual puedo apelar, ir y venir me parece el mejor formato. Quizás como una intención más de almacenar memoria, y salvar parte de mi historia y como dicen algunos autores la necesidad de vencer el olvido. A la vez representa para mí el fin de un ciclo de trabajo y quizás el comienzo de otros. El libro y mi historia en estas imágenes me permite explayarme, incluir casi en forma de diario otros objetos, dibujos, etc.
Crear como un acto de fe
Las personas que componen nuestro círculo más próximo generan una huella muchas veces imperceptible a nuestra consciencia. Por esto mismo, es que muchas veces no comprendemos el impacto que dejan en el propio día a día nuestras familias. Cada una de estas representan un pequeño mundo, una historia que muchas veces no son contadas y que van desapareciendo sin haber sido apreciadas.
Eva Chevallier buscó en su historia materna elementos que la conectaran con su presente, así creando un proyecto de memoria histórica y fotográfica con una carga personal, pero que, de alguna forma, se puede extrapolar a la persona que observa dichas fotografías, ya que se proyecta un intercambio de sentires y experiencias. “Crear como un acto de fe”, tener la expectativa de encontrarse personalmente, verse reflejada en las vidas anteriores a una misma. Tener el espacio para detenerse y mirarse, pero ver más allá de lo individual es lo que provoca esta obra: un espacio de intimidad entre el pasado y el presente.