Daniela Canales y el desborde de lo cotidiano al contener la respiración
Entrevista
por Juvenal Munizaga - 2024
por Juvenal Munizaga - 2024
Daniela comienza desde lo pictórico, estudia Licenciatura en Artes pero una cámara análoga aparece en su vida, lo que la lleva a situarse en lo fotográfico y especializarse posteriormente en las imágenes. Su obra se sitúa en lo instalativo, donde converge lo material y visual para interpelar al que observa. Conversamos con la artista santiaguina, sobre sus trabajos, exposiciones y como ve en el fotolibro, el siguiente paso para su obra.
Mareas y desbordes
¿Cómo comenzaste en la fotografía?
“El año 2015 me compro una cámara análoga, así como muy de guata que tenía ganas de tener una cámara, sin pensarlo mucho y conocí una persona que me enseñó fotografía estenopeica y ahí empecé a entrar en la foto, haciendo análogas y estenopeicas”
¿Cuál es tu relación con el mar?
“Hice series sobre el paisaje y todo tenía que ver con las geometrías, algo que después me dejó de hacer sentido y me comenzaron a interesar otras cosas, que eran más de mi propia intimidad. Fue un momento en que estaba muy desbordada de emociones, y realmente no sabía cómo gestionar todo esto y aparece esta idea del desborde ¿cómo trabajo este desborde de emociones?…He tenido muchos sueños recurrentes con el mar, océanos, lagos, con mucha agua”
“Una de las primeras obras que hice con el mar, quiero que simplemente una ola supere al espectador y que se levante hacia el cielo y se siente sobre uno, como que se venga encima.”
Mareas y desbordes
¿Cómo comenzaste en la fotografía?
“El año 2015 me compro una cámara análoga, así como muy de guata que tenía ganas de tener una cámara, sin pensarlo mucho y conocí una persona que me enseñó fotografía estenopeica y ahí empecé a entrar en la foto, haciendo análogas y estenopeicas”
¿Cuál es tu relación con el mar?
“Hice series sobre el paisaje y todo tenía que ver con las geometrías, algo que después me dejó de hacer sentido y me comenzaron a interesar otras cosas, que eran más de mi propia intimidad. Fue un momento en que estaba muy desbordada de emociones, y realmente no sabía cómo gestionar todo esto y aparece esta idea del desborde ¿cómo trabajo este desborde de emociones?…He tenido muchos sueños recurrentes con el mar, océanos, lagos, con mucha agua”
“Una de las primeras obras que hice con el mar, quiero que simplemente una ola supere al espectador y que se levante hacia el cielo y se siente sobre uno, como que se venga encima.”
“Otras mareas también suben y la marea ha subido tanto”
Las obras de Daniela han sido expuestas en la Estación Mapocho, Espacio Vilches, Casa en Blanco entre otros espacios expositivos.
“Había hecho estenopeicas sobre vidrio, muy verticales, que era muy distinto al trabajo de paisaje que era muy horizontal, mucho más contemplativo, sin horizonte u horizontes medios borroneados, esta imagen medio extraña, exageradamente vertical, también me gustaba en composición y ahí empecé a imprimir en grande las imágenes cenitales que tenía del mar y esto se empezó agrandar cada vez más y eso fue parte de mi examen de magíster. Eso parte así, muy desde los sueños, de que quería que la imagen se levantara, esto del desborde, que no se pudiera controlar, también era muy bonito que el papel se plegara como el agua”
Su amiga, Nathalie Goffard, para “Otras mareas también suben”, escribió el texto curatorial, donde postula el concepto de lo sublime. Desde ese texto, citamos que, “Kant decía que las grandes alturas y profundidades representan lo sublime, pero a diferencia de la montaña y su verticalidad incólume, el constante y repetitivo oleaje marino aporta una dimensión temporal a la idea de lo sublime. Ocurre algo así como un continuum inquietante”. Lo que para Daniela, aportó, “que esta ola, que de alguna manera se espera, pero cada vez que suceda es algo que va a sorprender y además, es sublime una marea que se levante, mientras estemos en un lugar seguro, no cuando estamos dentro, fue super interesante su lectura y me ayudó un montón”, expresó la artista visual.
Las obras de Daniela han sido expuestas en la Estación Mapocho, Espacio Vilches, Casa en Blanco entre otros espacios expositivos.
“Había hecho estenopeicas sobre vidrio, muy verticales, que era muy distinto al trabajo de paisaje que era muy horizontal, mucho más contemplativo, sin horizonte u horizontes medios borroneados, esta imagen medio extraña, exageradamente vertical, también me gustaba en composición y ahí empecé a imprimir en grande las imágenes cenitales que tenía del mar y esto se empezó agrandar cada vez más y eso fue parte de mi examen de magíster. Eso parte así, muy desde los sueños, de que quería que la imagen se levantara, esto del desborde, que no se pudiera controlar, también era muy bonito que el papel se plegara como el agua”
Su amiga, Nathalie Goffard, para “Otras mareas también suben”, escribió el texto curatorial, donde postula el concepto de lo sublime. Desde ese texto, citamos que, “Kant decía que las grandes alturas y profundidades representan lo sublime, pero a diferencia de la montaña y su verticalidad incólume, el constante y repetitivo oleaje marino aporta una dimensión temporal a la idea de lo sublime. Ocurre algo así como un continuum inquietante”. Lo que para Daniela, aportó, “que esta ola, que de alguna manera se espera, pero cada vez que suceda es algo que va a sorprender y además, es sublime una marea que se levante, mientras estemos en un lugar seguro, no cuando estamos dentro, fue super interesante su lectura y me ayudó un montón”, expresó la artista visual.
“El mar siempre va ser algo que va estar ahí, siempre aparece, siempre vuelve. Las cosas que me interesan ahora son super simples, ahora me interesan, los pliegues, las sábanas y las camas, pero en términos de imagen, luces y sombras se parecen un poco al mar”, sostuvo.
La próxima ola en fotolibro
El trabajo de Daniela se ha visibilizado desde lo expositivo e instalativo, en distintas instancias. Por lo que, el soporte fotolibro parece ser el siguiente paso para ver su obra.
“Me encantaría, tengo mucho interés, pero por tiempo no he podido concretar, en publicaciones cortas están. No soy muy cercana a los fotolibros, pero hoy creo que es un ejercicio importante hacer. También, en términos de amistad, La Catalina (Juger), más cercana que ella, nadie. Es un ejercicio que tiene que ser un paso y me interesa también”, expresó.
“Me encantaría hacer esto del mar, para darle un cierre quizás. No significa que no vuelva a trabajar con el mar, pero también es como la vuelta completa de la obra, como en algo concreto que no sea sólo una expo, como para cerrar ese círculo”.
Las mareas en el presente
El presente de Daniela, está en la retrospectiva de su obra que se sitúa en lo consuetudinario, las emociones y las posibilidades que surgen de un espacio que estimula su mirada. “Ahora estoy revisando material, haciendo más fotos. Viendo después, haciendo y viendo después. Super distinto al proceso de las otras obras, con un paso a paso previamente controlado”.
La próxima ola en fotolibro
El trabajo de Daniela se ha visibilizado desde lo expositivo e instalativo, en distintas instancias. Por lo que, el soporte fotolibro parece ser el siguiente paso para ver su obra.
“Me encantaría, tengo mucho interés, pero por tiempo no he podido concretar, en publicaciones cortas están. No soy muy cercana a los fotolibros, pero hoy creo que es un ejercicio importante hacer. También, en términos de amistad, La Catalina (Juger), más cercana que ella, nadie. Es un ejercicio que tiene que ser un paso y me interesa también”, expresó.
“Me encantaría hacer esto del mar, para darle un cierre quizás. No significa que no vuelva a trabajar con el mar, pero también es como la vuelta completa de la obra, como en algo concreto que no sea sólo una expo, como para cerrar ese círculo”.
Las mareas en el presente
El presente de Daniela, está en la retrospectiva de su obra que se sitúa en lo consuetudinario, las emociones y las posibilidades que surgen de un espacio que estimula su mirada. “Ahora estoy revisando material, haciendo más fotos. Viendo después, haciendo y viendo después. Super distinto al proceso de las otras obras, con un paso a paso previamente controlado”.