Cristóbal Marambio
El aterrizaje de la fotografía y la documentación de lo cotidiano
por Katalina Cortés - 2021
“Tu fotografía es un registro de tu vida, para quien sepa verlo. Puedes ver las costumbres de otros y ser influido por ellas, incluso puedes llegar a utilizarlas para encontrar las propia” - Paul Strand.
Cristóbal Marambio, profesor y fotógrafo de momentos cotidianos y situaciones comunes. Su viaje por el mundo de las imágenes comienza en la infancia, cuando le regalaron su primera cámara a rollo a los nueve años de edad. Tiempo más tarde, al llegar a la universidad, su pasión por la fotografía persistía, por lo que decidió perfeccionarse en ella, a pesar de que no era lo estaba estudiando. “Fui padre antes de tiempo” señala, pero desde ese suceso nace el corazón y el enfoque más significativo de su trabajo fotográfico: un álbum familiar inconexo, lo particular e interno. La fotografía de lo normal.
“Las imágenes que siento que son parte de la vida, tengo que hacerlas, por necesidad. Es una necesidad también, aparte de una herramienta de trabajo”. Es por esto mismo que destaca que su proceso creativo nace de manera espontánea, de lo que hace diariamente, retratar instantes, fuera de la planificación. A pesar de las influencias cinematográficas, relatos o referentes como Egglestone o Bernd and Hilla Becher, lo fundamental y final es la observación de procesos cotidianos.
El camino de la documentación
Cristóbal le entrega una mirada diferente a uno de los elementos más importantes de las historias familiares, el álbum fotográfico. “Está muy relacionado con el álbum familiar, a esas fotos que hacían los papás, las mamás que lo guardaban en un álbum y los pegaban en un orden por evento”, Indica. Sin embargo, la distinción que se hace es que este trabajo no va en un orden cronológico, no se ve una conexión temporal al visionar sus fotografías.
Todo esto tiene relación con el ejercicio de la memoria y su fragilidad, ya que el fotógrafo declara que la suya es un poco endeble, y es, en este contexto, que lo efímero toma una importancia primordial y el recuerdo de ese momento es vital. “Registrar estas cosas que son súper efímeras y te gustaría recordarlo y lo otro es donde estas parado, estas parado en una etapa de crianza, anticipada igual, y tu labor es lo que te toco hacer en la vida”.
Cristóbal Marambio, profesor y fotógrafo de momentos cotidianos y situaciones comunes. Su viaje por el mundo de las imágenes comienza en la infancia, cuando le regalaron su primera cámara a rollo a los nueve años de edad. Tiempo más tarde, al llegar a la universidad, su pasión por la fotografía persistía, por lo que decidió perfeccionarse en ella, a pesar de que no era lo estaba estudiando. “Fui padre antes de tiempo” señala, pero desde ese suceso nace el corazón y el enfoque más significativo de su trabajo fotográfico: un álbum familiar inconexo, lo particular e interno. La fotografía de lo normal.
“Las imágenes que siento que son parte de la vida, tengo que hacerlas, por necesidad. Es una necesidad también, aparte de una herramienta de trabajo”. Es por esto mismo que destaca que su proceso creativo nace de manera espontánea, de lo que hace diariamente, retratar instantes, fuera de la planificación. A pesar de las influencias cinematográficas, relatos o referentes como Egglestone o Bernd and Hilla Becher, lo fundamental y final es la observación de procesos cotidianos.
El camino de la documentación
Cristóbal le entrega una mirada diferente a uno de los elementos más importantes de las historias familiares, el álbum fotográfico. “Está muy relacionado con el álbum familiar, a esas fotos que hacían los papás, las mamás que lo guardaban en un álbum y los pegaban en un orden por evento”, Indica. Sin embargo, la distinción que se hace es que este trabajo no va en un orden cronológico, no se ve una conexión temporal al visionar sus fotografías.
Todo esto tiene relación con el ejercicio de la memoria y su fragilidad, ya que el fotógrafo declara que la suya es un poco endeble, y es, en este contexto, que lo efímero toma una importancia primordial y el recuerdo de ese momento es vital. “Registrar estas cosas que son súper efímeras y te gustaría recordarlo y lo otro es donde estas parado, estas parado en una etapa de crianza, anticipada igual, y tu labor es lo que te toco hacer en la vida”.
Lo normal y no lineal
El aterrizar la fotografía y comprenderla como algo más normal, te hace entender que las imágenes puedes encontrarlas en todas partes, la generación de estas está en cualquier lugar y sucede en cualquier momento. En su faceta de profesor, Cristóbal les enseña a sus estudiantes que la fotografía puede ser para todos y se las muestra de una forma más cercana “a veces la ven súper lejana (…) sobre todo a este mundo de Instagram o de otras redes sociales (…) y cuando les presentas estas, igual les hace harto sentido, les vuelves a acercar la fotografía, fuera de los filtros fuera de esos reels de Instagram, del paisaje hermoso, el lugar increíble, la casa a la mitad del lago. Como que eso te cambia esa mirada y te hace entenderlos como son”.
Con respecto a la normalidad, el fotógrafo declara que ese tipo de imágenes son alucinantes, ya que fotografiar cosas que puedes encontrar en cualquier lugar hace que la composición y el color de estas resalten más. “te haces un poco adicto a esas imágenes, como a que te sorprendan con cosas que son normales, no que son increíbles”, señala.
La capacidad de asombro en la mirada fotográfica, poder volver a lo recurrente y siempre ser capaz de ver algo nuevo, te hace comprender que la cotidianidad, lo diario y frecuente valen la pena de ser capturados. “Retratar lo cotidiano de una manera no lineal” es como Cristóbal Marambio describe el discurso detrás de su fotografía, ya que tiene que ver con la construcción de su relación familiar y esa es la base de sus fotos, porque eso es él finalmente: la libre interpretación del material inconexo y los momentos habituales.
El aterrizar la fotografía y comprenderla como algo más normal, te hace entender que las imágenes puedes encontrarlas en todas partes, la generación de estas está en cualquier lugar y sucede en cualquier momento. En su faceta de profesor, Cristóbal les enseña a sus estudiantes que la fotografía puede ser para todos y se las muestra de una forma más cercana “a veces la ven súper lejana (…) sobre todo a este mundo de Instagram o de otras redes sociales (…) y cuando les presentas estas, igual les hace harto sentido, les vuelves a acercar la fotografía, fuera de los filtros fuera de esos reels de Instagram, del paisaje hermoso, el lugar increíble, la casa a la mitad del lago. Como que eso te cambia esa mirada y te hace entenderlos como son”.
Con respecto a la normalidad, el fotógrafo declara que ese tipo de imágenes son alucinantes, ya que fotografiar cosas que puedes encontrar en cualquier lugar hace que la composición y el color de estas resalten más. “te haces un poco adicto a esas imágenes, como a que te sorprendan con cosas que son normales, no que son increíbles”, señala.
La capacidad de asombro en la mirada fotográfica, poder volver a lo recurrente y siempre ser capaz de ver algo nuevo, te hace comprender que la cotidianidad, lo diario y frecuente valen la pena de ser capturados. “Retratar lo cotidiano de una manera no lineal” es como Cristóbal Marambio describe el discurso detrás de su fotografía, ya que tiene que ver con la construcción de su relación familiar y esa es la base de sus fotos, porque eso es él finalmente: la libre interpretación del material inconexo y los momentos habituales.