“Siempre me interesó en la foto la posibilidad de ir estirando y haciendo emerger  del fondo otras expresiones dentro de la imagen de lo real” 

Catalina De La Cruz 

Entrevista
por Juvenal Munizaga - 2023
Artista visual, fotógrafa y tallerista constante, Catalina de La Cruz, el trabajo multidisciplinario ungido de una pasión sobrenatural por la creación de imágenes, una metodología propia, venida a bien por la realización de técnicas pre-análogas, que hacen de su obra una rara avis, que ha perfeccionado durante años en su taller en Bellavista, buscando siempre como ella dice, “estirar lo real”.

Conversamos sobre su proceso autoral, las motivaciones de una artista plenamente vigente y con gran resonancia en otros artistas, a razón del taller de emulsiones y fotolibro químico, este último que será parte de la segunda versión de StgoFoto en el Centro Cultural La Moneda, durante la primera semana de agosto.

¿Cómo surge este match entre las Artes Visuales y la Fotografía?

Vengo de las artes visuales y desde ahí empecé a explorar la foto, me interesaba la imagen de lo real, pero no en sí mismo la foto desde la información básica que te podría entregar desde la cámara (dispositivo) y la ampliación análoga. Siempre la intención estuvo de estirar lo real y que empiezan aparecer otras resonancias dentro de la imagen técnica.

Cata destaca las asignaturas de gráficas en su paso por el Master en la U. de Chile: “Desde la universidad desarrollé toda la línea de fotografía análoga, color, proyecciones en diapositiva, todo lo que fuera análogo, porque yo no estuve en la época de lo digital y en paralelo hice todos los ramos de gráfica: grabado en metal, serigrafía, litografía, porque pasaba que la fotografía análoga me daba una especie de pobreza material, en el sentido que los papeles eran super precarios, eran pocos lo que llegaban a Chile, eran caros, trabajabas en formatos chicos, papel brillante, que no te daba muchas posibilidades de acción y por otro lado la gráfica, me interesaba más las materias del papel, las porosidades, como un ente orgánico que respira y reacciona a los materiales. No había fotograbado en la escuela cuando estaba estudiando. Siempre me interesó la foto como ir estirando y haciendo emerger en el fondo otras expresiones dentro de la imagen de lo real. Y desde ahí, era que siempre estaba entre los fotógrafos y los artistas”, expresó.
Imagen-archivo

Para mí más que la Cámara, es el archivo, puedo trabajar desde una cámara análoga, digital o desde el teléfono. Me interesa el archivo desde un material crudo que luego la voy trabajando, expandiendo sus posibilidades, forzando, desde la idea que la imagen fotográfica es una construcción, no sólo el lente, desde el dispositivo, sino que, desde su materialización, su dimensión textil, material y físico.

Cuando trabajas desde la construcción de la imagen material, siempre estás cruzado por el azar. Hay una serie de elementos que uno maneja y controla que va domesticando en el hacer técnico, pero que finalmente, las materias, tanto fotoquímicas, fotosensibles, como los soportes que van absorber esa imagen también van haciendo su trabajo, entonces lo que emerge es lo que llamo una materia viva que de alguna forma va encontrando su cauce. En ese sentido, es increíble como la fotoquímica la imagen viene de la naturaleza, son metales y la naturaleza también se abre caminos.

Hay un control en base a recursos visuales desde el descontrol. Vas lidiando con eso y entremedio van apareciendo posibilidades que si no existieran los fallos jamás podrían emerger. Qué es lo contrario de la fotografía digital, que, si hay un fallo, puedes buscar el historial del proceso de la foto y encontrar ese fallo y solucionarlo, pero en la realidad táctil y física no existe.

La imagen como construcción

¿Cómo te planteas los proyectos fotográficos?

Me planteo proyectos que me hacen volver a una experiencia inicial de la foto, del porqué hago fotos. Construyo imágenes en relación a ese retorno de la experiencia. Por ejemplo, si estoy trabajando con el desierto de Atacama. Una de las cosas que me ha llamado la atención de estos paramos, hasta cierto punto, no lugares. Hay atisbos de lo humano, donde la naturaleza es de una monumentalidad increíble y la luz es imperante en el paisaje como espacio específico.


He desarrollado esas series del desierto de Atacama manipulando la luz en la fotografía de modo que esa sensación de encandilamiento de la experiencia inicial se pueda reflejar en la imagen final. Ahí también voy forzando. Llegar a una materialidad que nos devuelva esa experiencia inicial de cuando pensé esa serie o cuando hice esa foto.

Hay una distancia entre el fotógrafo documental y las artes visuales, con eso de la construcción de la imagen que finalmente, que tú tomas del mundo para transformarlo, procesarlo y devolverlo al mundo desde otra cosa, como la fotografía. A través de lo conceptual, visual o material. A diferencia de los procesos más puristas fotográficos, que está todo en la información de la imagen.

No me interesa sólo la información en cuanto qué sucede dentro del cuadro, sino que me interesa qué sucede dentro del cuadro, con qué manipulaciones se trabajó, en qué material se terminó realizando la fotografía, que formato, como ese formato involucra tu mirada si son cosas más íntimas o cosas en gran formato que la imagen desborda tu campo de visión. Se empiezan a ver más capas de dimensiones donde trabajar la fotografía. Más que la escena que sucede dentro de la foto, que puede ser impresa en cualquier papel porque no tiene mayor importancia su soporte. Es una construcción que está en todos los planos.

Catalina trabaja desde hace 18 años en el taller de Emulsiones Fotográficas y Libro Foto Químico. Donde se realizan técnicas como la Cianotipia, Van Dyke, Goma Bicromatada y Papel Salado. Sus talleres son presenciales y no hay más de 5 estudiantes por curso. También realiza talleres y charlas a lo largo de Chile y otros países, donde expande sus conocimientos.

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